Una de las cosas que debemos enseñar a los niños es que, poco a poco, tendrán que ir adquiriendo responsabilidades. Es la contrapartida de relacionarnos los unos con los otros: hay tares que deben ir aprendiendo a asumir y a introducir en sus rutinas, de forma que se conviertan en actividades que realicen de forma natural, en lugar de pequeños ‘fastidios’ diarios. ¿Cómo conseguir que nuestros hijos aprendan jugando a hacerse más responsables?
Hoy en El Blog de Nanos os explicamos un divertido juego-manualidad que servirá para que los pequeños comiencen a introducir este concepto y a cumplir con sus tareas con alegría. Se trata del árbol de las responsabilidades. Con él trabajaremos distintos aspectos de la educación de nuestros hijos.
¿Cómo lo hacemos?
¡Es muy sencillo! Necesitaremos papel de colores o cartulina, goma eva… Cualquier material que se nos ocurra (los segundos le darán más consistencia). Tendremos que confeccionar un tronco que pegaremos en algún lugar visible (esta actividad vale tanto para el cole como para hacerla en casa) y cuando lo preparemos haremos una reunión en la que hablemos sobre las responsabilidades que hay que asumir: recoger los juguetes, lavarse los dientes, no gritar, portarse bien, obedecer a los papás, ayudar en casa, estudiar una serie de horas a la semana…
Con ello estaremos educando también emocionalmente al niño, enseñándole cómo debe ser su respuesta ante ciertas actitudes.
Una vez nombradas todas las responsabilidades, les pediremos que vayan colocando cada una de esas tareas (escrita o dibujada en un fruto del árbol) en una ramita y que nos recuerden qué compromiso acaban de adquirir. Podemos también convertir el diseño de los frutos en un juego para ellos, pidiéndoles que los dibujen y coloreen para colgarlos en el árbol.
De este modo, el niño tendrá una referencia clara de cuáles son las tareas que debe cumplir a rajatabla cada día y no podrá ‘despistarse’ porque su árbol le recordará cada una de ellas. Además, esta técnica puede ayudar a que se sientan ‘mayores’ y asuman con alegría el reto de convertirse en personitas más independientes. De los papás depende compensar al niño por obedecer estas pautas dándole ciertas nuevas libertades, y conviene reforzar siempre en positivo lo que están haciendo bien y lo que necesitan mejorar.
¿Qué os ha parecido esta actividad? ¿Nos enseñas el árbol de responsabilidades de tu hijo?
El Blog de Nanos 